Personajes Virtudes y Derecho

GREGORIO IX/JULIO II: (Anagni, c. 1170 – Roma, 1241) De nombre Ugolino de Segni, era sobrino del papa Inocencio III. Realizó estudios en París y Bolonia y en 1206 fue nombrado obispo cardenal de Ostia por su tío. Fue Papa de 1227 a 1241. Hombre de notable erudición jurídica, defendió con gran energía las pretensiones de poder del papado y la libertad de la iglesia, por lo que entró en conflicto con el emperador Federico II.

Ya en 1227 excomulgó a Federico II por incumplir su promesa de emprender una nueva cruzada, y en 1229 ordenó la invasión del reino de Sicilia. En 1230 firmó la paz con el emperador, aunque la lucha entre la Iglesia y el emperador continuó. En 1239 volvió a excomulgar a Federico II y decretó una cruzada contra él; las tropas imperiales estaban a punto de entrar en Roma cuando falleció.

Durante su pontificado, Gregorio IX fundó la Inquisición y, con la promulgación de las Decretales (recopiladas por San Raimundo de Peñafort), reforzó la autoridad papal en cuestiones doctrinales y disciplinarias. Apoyó generosamente a las recién nacidas órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos), así como la actividad de la orden teutónica en el este de Europa. También se preocupó por la promoción de los estudios teológicos y de las misiones. De su papado data el inicio de la rivalidad entre los güelfos y los gibelinos.

Rafael retrata aquí a este viejo pontífice con las facciones de Julio II.GIOVANNI de MEDICI:  (Florencia el 1475, Roma 1521) Giovanni o Juan de Médicis era el segundo hijo de Lorenzo de Médicis el Magnífico. En 1492 fue investido cardenal y, a la muerte deJulio II, en 1513 ascendió al pontificado con el nombre de León X.

Formado en un ambiente humanista, León X prosiguió la labor de Julio II en el terreno artístico y atrajo a Roma a importantes artistas y literatos. Encargó a Rafael y a Miguel Ángel diversos trabajos en el Vaticano y en Florencia, y continuó la obra de la basílica de San Pedro de Roma y la ampliación de la Biblioteca del Vaticano.

En el terreno político, llevó a cabo una política de alianzas esencialmente pragmática. En 1516 aceptó un concordato con Francia que daba a los reyes de ese país la potestad de elegir a casi toda la jerarquía religiosa dentro de sus dominios. Tras la nueva invasión de Italia por Francisco I de Francia, sin embargo, invirtió gran parte del tesoro papal en apoyar a las tropas del emperador Carlos V (I de España).

Para financiar sus enormes gastos militares y suntuarios, León X incrementó la venta de indulgencias, lo que fue el detonante del desafío a Roma que Martín Lutero lanzó en 1517. Sin embargo, aunque excomulgó al agustino alemán en 1520, el papa no supo comprender las profundas raíces políticas y sociales de las tesis luteranas, y con su clausura del concilio de Letrán (que había sido convocado por su predecesor, Julio II) privó a la Iglesia de las reformas que hubieran sido imprescindibles en aquellos momentos.

ALESSANDRO FRANESE: (Canino, Estados Pontificios, 1468 – Roma, 1549) Perteneciente a una influyente familia de la nobleza italiana, Alessandro Farnese hizo la mayor parte de su carrera eclesiástica sin ser sacerdote: fue nombrado cardenal en 1493, aunque no se ordenó hasta 1519, y accedió al Papado al morir Clemente VII, en 1534.

Fue un príncipe renacentista, mecenas de artistas como Miguel Ángel, a quien encargó los frescos del Juicio Final de la Capilla Sixtina. En su Corte romana llevó una vida lujosa y practicó el nepotismo, contribuyendo al engrandecimiento de la familia Farnesio.

Durante su pontificado se inició la Contrarreforma católica, para hacer frente al cisma originado por la Reforma protestante: Pablo III reunió el Concilio de Trento (1536), aprobó la fundación de la Compañía de Jesús (1540) y de otras órdenes religiosas, reorganizó la Inquisición romana (1542), puso en marcha la elaboración del primer Índice de libros prohibidos por la Iglesia (que se publicaría en 1559) y apoyó la lucha de Carlos V contra los protestantes alemanes.

Su oposición a las ambiciones de Enrique VIII llevó a la ruptura entre el Papado y la Iglesia de Inglaterra, que pasó a estar bajo la autoridad de la Corona inglesa.ANTONIO DEL MONTE:  (Monte San Savino, 1462 – Roma, 1533) Nacido en la Toscana, fue hijo de Fabiano Ciocchi, afamado jurisconsulto en Roma, por lo que Antonio estudió leyes, tomando después el estado eclesiástico. Su talento en el desempeño de la jurisprudencia le valió el ascenso durante los pontificados de Inocencio VIII y Alejandro VI.

Julio II le ordenó cardenal en 1511. Como tal participó en los cónclaves de 1513, 1521 y 1523 en que fueron elegidos papas León X, Adriano VI y Clemente VII; intervino en la organización del V concilio de Letrán; en la causa seguida contra los cardenales Alfonso Petrucci y Bandinello Sauli por el intento de asesinato contra León X; en el apoyo que el emperador Carlos V solicitó de la Santa Sede para la defensa de la fe católica contra la Reforma Protestante en el Sacro Imperio Romano Germánico; y en el divorcio de Enrique VIII de Inglaterra y Catalina de Aragón.

Fallecido en Roma, fue sepultado en la iglesia de San Pietro in Montorio.S. RAIMUNDO de PENYAFORT: (Penyafort, c. 1175-Barcelona, 1275) Religioso catalán. Estudió derecho y ejerció el magisterio en Bolonia. En 1219 regresó a Cataluña y fue nombrado canónigo de la catedral de Barcelona. Dominico (1222), fue confesor de Jaume I y predicó la cruzada en favor de la conquista de Mallorca.

Ejerció como capellán y penitenciario del papa, quien le encargó la compilación de las Decretales, promulgadas en 1234, y consiguió la bula aprobatoria de la orden mercedaria. Maestro general de la orden de predicadores (1238-1240), redactó sus nuevas constituciones.

De retorno a Barcelona, animó a santo Tomás de Aquino a redactar la Summa contra gentes. Su culto obtuvo reconocimiento oficial en 1542. 

JUSTINIANO: (Tauresio, Macedonia, 482 – Constantinopla, 565) Emperador bizantino. Procedía de una familia tracia muy humilde. Subió al trono imperial en 527 y desde entonces hasta su muerte, se aplicó con energía a revitalizar el Imperio de Oriente, contando con la inestimable ayuda de su esposa, la emperatriz Teodora.

Justiniano centralizó y reformó la Administración, reforzó el absolutismo monárquico y el ceremonial cortesano, sometió a la jerarquía eclesiástica convirtiéndola en instrumento del poder imperial y emprendió grandes construcciones (Santa Sofía de Constantinopla).

Se propuso la reunificación del Imperio Romano, reconquistando los amplios territorios perdidos en Occidente con ayuda de sus generales Belisario y Narsés. Tan importante o más que sus acciones de conquista fue el impulso que dio a la codificación del derecho romano, controlando personalmente una comisión de expertos que lo recopiló, simplificó, armonizó y unificó en un Corpus Iuris Civilis (529). Estas leyes constituyeron la base del derecho imperial bizantino; pero fue también a través de ellos como se produjo la recepción del derecho romano en Europa occidental a partir del siglo XII, sentando las bases para una cultura jurídica común en gran parte de las naciones europeas actuales (las que tienen un derecho civil de raíz romana).

También existieron disidencias religiosas: Justiniano persiguió a los seguidores de Arrio y de Nestorio, pero no se atrevió a hacer lo mismo con los monofisitas; aunque era un ortodoxo convencido (partidario de las tesis del Concilio de Nicea), no consiguió restablecer del todo la sintonía con el Papado, para no enemistarse con las tendencias monofisitas, muy extendidas en Oriente y especialmente en Siria y Egipto. A su muerte, recibida con júbilo por el pueblo, gran parte de su obra se vino abajo, pues Bizancio perdió la mayor parte de los territorios ganados en Occidente y se convirtió definitivamente en un Imperio oriental.TRIBONIANO: (Panfila, ?, c. 545) Jurisconsulto y estadista bizantino. Ocupó el cargo de questor y de consejero jurídico de Justiniano y dirigió la redacción del Código de Justiniano. También colaboró en la redacción del Digesto y del manual Instituta o 
Institutiones.

Fue relevado de sus cargos administrativos a causa de su política dilapidadora, pero los recuperó y siguió gozando de la confianza del emperador. Recibe el nombre de tribonianismo el conjunto de interpolaciones a que sometió los textos legales clásicos.