La escena del Bautismo de Constantino, hay que atribuirla en gran parte a Gian Francesco Penni. A Giulio, en efecto, se debe solamente el proyecto arquitectónico, clásico y monumental, en el cual las figuras de Penni, ordenadas rígidamente, se esfuerzan en colocarse con naturalidad.
La ceremonia está ambientada en el baptisterio octogonal de San Giovanni in Fonte -cerca de la basílica de Letrán- aún hoy existente. Silvestre, cuyas facciones son las de Clmente VII que encargó el fresco, da el sacramento al emperador arrodillado, mientras un diácono le presenta un libro con la inscripción HODIE SALUS URBI ET IMPERIO FACTA EST.
En primer plano, de pie, Penni retrata a Crispo, hijo de Constantino, con el aspecto de un Giulio Romano de veinticinco años y, a la izquierda, con traje del siglo XVI, “il Cavalierino, che allora governava Sua Santità; messer Niccolò Vespucci, cavaliere di Rodi” (el Cavalierino que entonces gobernaba Su Santidad; don Niccolò Vespucci, caballero de Rodas); hacia el final, la última figura del cortejo papal detrás de la columna de la izquierda es, muy probablemente, el potente banquero alemán Anton Fugger, que fue “familiaris” del papa y “Aulae sacri Palatii Lateranensis Consistoriique… Comes et Miles Palatinus”.
A los lados izquierdo y derecho de la representación las inscripciones LAVACRUM/RENASCEN/TIS VITAE/C. VAL./CONSTANTINI Y CLEMENS VII/PONT. MAX./A LEONE X/COEPTUM/CONSUMMAVIT/MDXXIIII deben asociarse a la conclusión de los trabajos, confirmada por la carta de Baldassar Castiglione del 5 de septiembre de 1524 donde se dice que la sala “è riuscita molto bella”. Según los documentos que se conocen, los pagos a Giulio Romano y a Gianfrancesco Penni iniciaron sólo el 1º de febrero de 1524 para concluir el 3 de julio de 1525.